El estiramiento y su efecto en nuestro cuerpo

El estiramiento debe ser una parte fundamental de nuestra vida si queremos potenciar y mantener un tejido muscular y articular sano.

Realizarlos de manera habitual impacta positivamente sobre nuestra calidad de vida, ayudándonos a vivir una vida más saludable y activa. 
 
Aunque muchas personas lo vinculan únicamente con prácticas como el yoga, el estiramiento forma parte de todas las disciplinas deportivas (sean de alto nivel o amateur). Estirar mejora el impacto del entrenamiento realizado, habilita el desarrollo de habilidades motrices e interviene en nuestra capacidad de usar la fuerza, la coordinación, la velocidad y la resistencia.
 
Incluso aquellos que no realizan actividad física se benefician enormemente de estirar ya que permite ganar agilidad y movilidad, así como oxigenar el tejido muscular… solo con algunos minutos al día ¡ya se sienten las diferencias!
 
Pero ojo, cuando hablamos de estiramientos no significa que tengamos que hacer un split 180 grados o que nos transformemos en contorsionistas. Con realizarlos de manera suave y llegar a nuestro máximo de apertura está bien, no hace falta forzarlos.


 
Los beneficios de estirar son muchísimos y no solo físicos:
 
- Mejora la calidad del sueño y reduce el estrés; cuando estamos estresados nuestros músculos se tensan naturalmente, los movimientos lentos del estiramiento ayudan a aliviar la tensión y calmar la mente. 

- Ayuda en la alineación; todos sabemos cómo una mala postura nos afecta a nivel físico… empiezan los dolores por todas partes! Pero además afecta también nuestro estado anímico (por eso cuando vemos a alguien de hombros caídos o encogidos lo notamos triste o deprimido, en cambio la postura erguida y el pecho abierto lo relacionamos con energía y felicidad) 

- Aumenta la circulación sanguínea; hace que nuestros músculos se oxigenen y se favorece la vascularización del tejido muscular y articular. 

- Mejora la amplitud del movimiento articular, la flexibilidad y previene lesiones musculares; por eso es que habitualmente se hacen algunos estiramientos (de tipo más dinámico) previo al entrenamiento físico, de modo que los músculos estén relajados y evitar posibles desgarros o lesiones, además de incrementar nuestro rango de movimiento. Aunque esto es válido también para la vida cotidiana… no solo corremos riesgo de lesiones al hacer deporte! 

- Mejora el nivel de entrenamiento, optimiza la recuperación muscular y disminuye el tono muscular (tensión o contracción muscular); durante la actividad física nuestros músculos se contraen para realizar el esfuerzo físico necesario, los estiramientos revierten esa tensión relajando el músculo. 

- En la tercera edad el estiramiento ayuda a mantener la fuerza muscular y la flexibilidad, colaborando en el equilibrio, ¡otro excelente beneficio! De esta manera tendremos mayor seguridad en cuanto a nuestra movilidad, ¡promoviendo a que nos movamos aún más! 



¿Cómo estirar correctamente?
 
- Resulta importante consultar con el médico o profesor de educación física sobre cuáles son los estiramientos ideales para nuestro cuerpo, especialmente cuando tenemos alguna lesión o cirugías realizadas. 

- Hay que ser cuidadoso con el movimiento y no forzarlo bruscamente, no hay necesidad de llegar a sentir dolor para estirar bien 

- Con estirar unos 15 minutos diarios alcanza, siempre con movimientos lentos e intentando mantener el estiramiento unos 30 segundos en cada postura. 

- Se deben estirar todos los grupos musculares: pantorrillas y muslos, caderas, espalda, brazos, hombros y cuello. No olvides estirar ambos lados del cuerpo. 

- La respiración es el gran aliado a la hora de estirar: se debe exhalar a la hora de comenzar el movimiento de estiramiento, y respirar normalmente a la hora de mantener la postura. 

- Si estamos listos para desafiar nuestros límites y avanzar en nuestra capacidad de estiramiento, la respiración también juega el rol fundamental… en ese momento, cuando sientes que el músculo “tira”, intenta inhalar profundamente y luego en la exhalación (lenta) busca profundizar unos centímetros más en la postura, verás como progresivamente irás ampliando tu rango de movimientos.

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