Un gato al día mantiene lejos al doctor

¡Alégrense fanáticos de los felinos! Sus gatos no sólo son adorables, también son perfectos para la salud.

Independientemente de que seas un loco o una loca de los gatos, estás de suerte. Preparáte para conocer los numerosos beneficios que tu felino amigo tiene sobre tu salud física, mental y emocional:

Mantienen sano el corazón: según un estudio realizado en 2008 en el Instituto Stroke de la Universidad de Minnesota, los dueños de gatos tienen menos probabilidades de morir de un ataque al corazón. Tras monitorizar a 4500 personas (tres de cada cinco participantes tenían gatos) durante 10 años, los investigadores determinaron que los dueños de gatos experimentaban una reducción del riesgo de muerte por ataque al corazón del 30% en comparación con los participantes que no tenían gatos.

Usan y recomiendan la siesta: hay estudios que demuestran que una pequeña cabezada a mediodía puede activar tu estado de alerta, la memoria, la creatividad, la productividad y el buen humor en general. Hacele caso a tu gato, sesteá 20 minutos al día.

Son anti-fracaso: Por muchas veces que caigan, los gatos siempre encuentran la forma de levantarse y volver a intentarlo. Tienen un espíritu de resiliencia contagioso y destruyen la creencia de que los errores nos alejan del éxito.

Ronroneos ansiolíticos: los estudios señalan que el ronroneo de los gatos ayuda a reducir el estrés del dueño, así como su tensión arterial. Los gatos pueden producir vibraciones de entre 20 y 140 hercios al ronronear, una frecuencia considerada beneficiosa para una gran variedad de enfermedades, según la Scientific American. ¡Como si necesitaras un motivo más para rascarle detrás de las orejas!

Viven el momento: cuentan con capacidad innata para mantener la calma y apreciar el momento presente. Ven el mundo pasar con tranquilidad. Nosotros también podemos cultivar la interminable lista de beneficios de la meditación si decidimos seguir su camino.

Te hacen reír como nunca pensaste que sería posible: resulta imposible no reírse (un poco a su costa) y aprovechar así los beneficios de los ataques de risa. Investigadores de la Universidad Loma Linda de California descubrieron que con ver 20 minutos de videos divertidos se reduce nuestro nivel de cortisol de forma considerable y contribuía a mejorar la memoria a corto plazo de los participantes más mayores. Otra investigación asociaba la risa a un corazón y un sistema inmune más fuertes.

Nos enseñan la importancia de una toma de decisiones estratégica: los gatos tienden a elegir sus batallas con mucho cuidado y a veces esa debería ser una virtud humana también. Se toman más tiempo para observar, pensar y ponderar antes de decidir si la atracción de ese momento realmente merece su atención. Son reflexivos, estrategas y deliberados.

Pueden ayudar a personas con autismo a comunicarse: un estudio realizado en Francia en 2012 analizó a 40 niños con autismo y a sus mascotas y descubrió que los niños con mascotas se sentían más tranquilos y podían socializar con más facilidad que los que no tenían una. Relacionaron este cambio con un incremento de producción de la oxitocina, una hormona que puede ser generada al acariciar a los gatos y que aumenta los sentimientos de confianza y amor.

Ayudan a luchar contra la depresión: la relajación de acariciar a un gato en tu regazo no sólo apacigua tu estrés. También mejora el estado de ánimo y sirve como distracción positiva para los que luchan contra la depresión. Las mascotas contribuyen a seguir una rutina, mantener la responsabilidad y la actividad social en días que nos costaría más hacerlo. Los gatos son especialmente tranquilos y pacíficos, y estas características pueden ser contagiosas para sus dueños.

Saben que enloquecer de vez en cuando está bien: un estudio realizado en 2012 por la Harvard School of Public Health descubrió que acumular emociones negativas puede ser tóxico para el cuerpo, incrementando el riesgo de muerte por una enfermedad cardiovascular o por cáncer. En cambio, los psicólogos revelaron que sentimientos negativos como la tristeza, la ansiedad, el enfado y la culpa pueden ser muy positivos cuando la persona se permite expresarse, tal como lo hacen los gatos cuando rebotan en dos o tres paredes antes de salir corriendo como locos.

Suprimen la sensación de soledad: uno de los mayores beneficios de tener mascota es su capacidad para calmar nuestro sentimiento de soledad. A veces son quienes mejor saben escuchar después de un día complicado, y su cara cuando cruzamos la puerta nos recuerda que siempre hay alguien emocionado por vernos. Según investigadores de las Universidades de Miami y Saint Louis, las mascotas pueden cumplir las necesidades sociales de una persona al igual que la compañía de otros humanos.

Fuente: www.sonrisasdegato.com 

     

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