Etiquetado nutricional y rotulado frontal

El etiquetado nutricional es la información desde el punto de vista nutricional sobre el contenido relacionado al alimento que se encuentra dentro del envase; y de allí se pueden extraer conclusiones de cómo impactará el consumo en nuestra salud, y cuánto deberíamos ingerir del mismo, entre otras cosas.

Esta información, si bien todos podemos leerla, no es fácilmente interpretable para quienes no tienen conocimientos en éste área… y lamentablemente la industria alimentaria ha abusado de esto durante años, vendiendo productos llenos de ingredientes poco y nada saludables pero con un marketing tan precioso que a todos nos dan ganas de probar! 
 
La industria está obligada a etiquetar cualquier alimento que esté al alcance del consumidor, y queda en la responsabilidad de éste último saber leer e interpretar correctamente estos mensajes… parece ilógico, no?
 
¿Porqué todos DEBEMOS entender estas letras miniatura, algunas veces cuasi invisibles, siempre ubicadas estratégicamente atrás y abajo en los envases, que hablan de nutrientes y números, unidades de medida, porciones y recomendaciones diarias? ¡Ni que nos lo enseñaran en la escuela! (cosa que, ésta Nutri piensa que sería fundamental… al punto que basé mi tesis de grado en un proyecto de Educación Alimentaria Nutricional a niños en edad escolar)
 
Como frutilla de torta y para decir obviedades… No somos todos iguales, por lo que el mismo alimento no impacta igual en mi como lo hace en ti; y ni si quiera estoy hablando, ni me adentraré en el tema de las enfermedades o preferencias alimentarias de cada uno.
 
Luego de años de lucha, tuvimos un GRAN avance en este tema… el ya renombrado ROTULADO FRONTAL de alimentos, que nace gracias a muchas investigaciones científicas que muestran la importancia de implementar un etiquetado ubicado al frente de los productos (con letra grande y sin esconder), como estrategia para brindar y facilitar advertencias nutricionales y de salud, logrando que el consumidor pueda tomar decisiones conscientes y, por lo general, la gente se inclina por lo saludable… A ver, quien quiera seguir consumiendo ese alimento lleno de grasas saturadas, sodio y/o azúcares refinados, puede, pero al menos es consciente de que lo está haciendo, y ese es un derecho que tenemos TODOS.
 
Por detrás de esto hay años y mentes puestas en cómo lograrlo… Algunas investigaciones mostraron que la presencia de advertencias en forma de octógonos se asociaba más fácil que la forma de triángulos (probablemente por la similitud a la señal de tránsito PARE), también descubrieron que el color negro parecía captar mejor la atención del consumidor, y que era aún mejor si se expresaba como “Exceso en…”.
 
Pero, el poder es el poder, y como (casi) siempre el poder se sale con la suya, la millonaria industria alimentaria tembló ante estos cartelitos antimarketing en sus envases, pensando que perderían algunos de sus millones, y sacó las garras. 
 
El resultado es que ganaron ellos, y perdimos TODOS, la industria logró modificar los criterios para calificar un alimento como “Exceso en …”, elevando los límites aceptados de los ingredientes determinados como poco saludables. Lo más increíble de todo es que no hay fundamento científico para estas modificaciones, y que además lograron cambiar estos límites que tienen años de estudio por detrás justo 72 horas antes de que la medida original y fundamentada científicamente comenzara a fiscalizarse… 
 
Desde AUDYN (Asociación Uruguaya de Dietistas y Nutricionistas), SUNUT (Sociedad Uruguaya de Nutrición) y todas las congregaciones profesionales alrededor de la salud y alimentación, nos hemos manifestado en contra. Pero poco pudimos ante semejantes gigantes de la industria, que se llevan por delante hasta la salud de sus propios consumidores… Así que ahora, además de octógonos negros que nos advierten, pero no del todo, nos queda tristeza e impotencia.

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