Estrategias para fortalecer el sistema inmunológico

Aquellos con patologías crónicas son quienes deben prestar más atención a reforzar su escudo, para prevenir otras enfermedades y/o cursarlas de manera más leve.
 
Las causas del deterioro de este sistema son múltiples: el envejecimiento, el estrés, el sedentarismo, el mal dormir, la inadecuada alimentación e hidratación, el consumo de alcohol y de tabaco. 
 
Lo más complejo es que muchas veces es difícil darse cuenta que estamos afectando nuestro sistema inmunitario… en algunas personas no existen signos que nos lo hagan ver y en otros se manifiesta a través de herpes o aftas, fatiga, caída del pelo, dificultades en la cicatrización, dolores musculares, piel apagada, uñas débiles, entre otros.
 
Lo importante entonces sería atacar las causas directamente, todo aquello que esté a nuestro alcance y sume para mejorar nuestro sistema inmunitario ¡a darle la bienvenida!
 
Alimentación sana, variada, equilibrada… ¡cuanto más colorida, mejor!

Lo debes haber escuchado mil veces, pero es que no hay escapatoria, acá van 2 frases súper repetidas y 100% reales: “somos lo que comemos” y "que tu alimento sea tu medicina y que tu medicina sea tu alimento”. 
 
Entre las dietas más saludables que conocemos podemos destacar la mediterránea (y ojo que cuando los Nutricionistas decimos “dieta” no nos referimos a alimentos que nos hagan adelgazar, sino que hablamos de la alimentación de cada persona). Esta dieta da en el punto justo y necesario para que nuestro sistema inmunitario permanezca fuerte y sea nuestra defensa. Es rica en frutas, verduras, granos integrales (arroz, quinoa, cereales, etc) y grasas saludables (presentes en pescados grasos como atún o salmón, aceite de oliva, frutos secos). Estos alimentos son fuente de vitamina C, zinc y otros antioxidantes, que ayudan a reducir la inflamación y a combatir las infecciones. También es recomendable limitar las carnes rojas, evitar alimentos ultraprocesados y medios de cocción recargados de grasas como las frituras.


 
Algo fundamental que debemos incluir en nuestra dieta diaria son probióticos… estos nos ayudan a desarrollar las bacterias buenas que se encuentran en nuestro intestino, y ellas son las responsables de que nuestra digestión se complete y de hacer más disponibles los nutrientes de los alimentos que consumimos. Los probióticos están presentes en los alimentos fermentados (yogur, kombucha, chucrut… estos 2 últimos capaz no te suenan mucho, pero son buenas opciones y cada vez se encuentran más en el mercado).
 
Vida activa y relajada

El sedentarismo es nuestro enemigo, es muy fácil caer en sus redes y cuanto más estamos en él, más difícil es salirse. Pero hay que moverse: caminar, saltar, bailar, limpiar la casa, subir escaleras son cosas que podemos hacer a diario y tienen un buen impacto en nuestra salud. 
 
Si ya haces ejercicio, cualquiera sea, ¡mejor! Ni tengo que decirte como te mejora el ánimo, te ayuda a dormir mejor e incluso a comer mejor. Si aún no haces ejercicio, unite ya a nuestras clases online de gimnasia, no te vas a arrepentir. O encontrá lo que te divierta y hacelo, con constancia y determinación todo es posible.


 
Relajarse también es pilar de nuestro sistema inmunitario… vivir una vida sin estrés, con optimismo, dormir 8 horas diarias, hacerse de un momento para uno mismo y no estar corriendo atrás del reloj o necesidades ajenas. Hay muchas maneras de relajarse: conversar con amigos, dar un paseo, escuchar música, leer un libro, mirar una película, meditar, recibir un masaje. De nuevo, lo que sea bueno para ti, lo que te sea accesible, lo que más te guste, y lo que puedas sostener en el tiempo.
 
Con todas estas estrategias no solo vamos a mejorar nuestro sistema inmunitario, sino que además vamos a vivir una vida más plena y feliz… y de eso se trata, ¿no?