Señales de problemas en tu salud mental

La baja salud mental no siempre se manifiesta de forma clara y llamativa. Existen indicadores menos evidentes que también puede ser una señal en este sentido, por eso, en el Día Internacional de la Salud Mental, te aconsejamos prestar especial atención a si alguno de estos aspectos está presente en tu vida.

La salud mental no es una dicotomía entre estar sano o enfermo; existe todo un rango de posibilidades entre el bienestar absoluto y la enfermedad en el que las personas pueden situarse. Podemos presentar ciertos síntomas que empeoran nuestra calidad de vida sin que estos constituyan un trastorno psicológico. Atender a estas señales es fundamental para cuidar de nosotros mismos. Todos tenemos áreas de mejora y siempre podemos trabajar en nosotros mismos para ser más felices y funcionales.

 
Señales de baja salud mental que no debes pasar por alto
En ocasiones, algunas dificultades entorpecen nuestro bienestar y, por estar tan centrados en la rutina y las obligaciones, terminamos normalizándolas. Por lo mismo, te mostramos algunos indicios importantes que quizá hayas pasado por alto.
 
1. Procrastinación. La procrastinación consiste en posponer las tareas y obligaciones pendientes y dedicar el tiempo a cualquier otra actividad más agradable, pero innecesaria. En un análisis superficial podríamos achacarlo a pereza o falta de voluntad, pero generalmente se debe a inseguridad y perfeccionismo. Cuando las tareas se perciben como demasiado complicadas, cuando la persona no se siente capaz de completarlas o de alcanzar el listón de autoexigencia, puede optar por postergarlas. Así, si tienes tendencia a procrastinar, es posible que necesites trabajar tu rigidez mental.
 
2. Desorden y desorganización. Algunos autores defienden que un cierto nivel de desorden promueve la creatividad. Sin embargo, en muchos casos la falta de orden excesiva en los espacios físicos es un reflejo del mismo problema en el espacio mental. Se ha evidenciado que las personas desordenadas se encuentran más insatisfechas con su vida y son menos productivas. Además, esta desorganización puede generar ansiedad, falta de concentración y trastornos del sueño, especialmente si se da en el dormitorio o en los espacios de trabajo. Finalmente, si quieres conocer el estado de tu mente, échale un vistazo a tu entorno. Ese caos exterior puede ser una muestra de tu confusión interna y tu falta de dirección.




 
3. Síntomas físicos. En ocasiones, olvidamos que cuerpo y mente están profundamente conectados. Los síntomas físicos pueden ser una señal de baja salud mental. Existen múltiples afecciones relacionadas con el estado emocional, que surgen o se exacerban por el estado interno de estrés, nerviosismo o conflicto. Entre las más comunes se encuentran las siguientes:
Los problemas gastrointestinales.
Migrañas y cefaleas.
Prurito, dermatitis y otras afecciones de la piel.
Fibromialgia y fatiga crónica.
Bruxismo y dolores musculares.En algunos casos existen causas orgánicas que dan lugar a la aparición de estos síntomas y en otras ocasiones estos se derivan directamente del malestar psicológico. Por ello, es importante acudir a un médico y realizar las pruebas pertinentes en todos los casos.
 
4. Cansancio. Cuando el cansancio es prolongado y persistente, y no se deriva de una enfermedad física o de un exceso de actividad, puede ser un indicativo de baja salud mental. Sin embargo, este también puede ser el resultado de un elevado nivel de ansiedad. Y es que nuestro organismo no está diseñado para permanecer en constante alerta; los procesos de activación fisiológica y mental que se desencadenan y se prolongan terminan agotándonos y dejándonos exhaustos.
 
5. Conflictos frecuentes. Si tienes conflictos constantes, con diversas personas y en diferentes ámbitos es probable que exista un motivo de fondo. La irritabilidad es con frecuencia la máscara de la tristeza, del miedo o de la insatisfacción; por lo mismo, puede que tu susceptibilidad se deba a heridas internas que necesitan sanar. Cuando no se ha realizado un trabajo interno, las personas podemos llegar a percibir o interpretar erróneamente los comentarios y actitudes de los otros en base a nuestros asuntos pendientes.





 

La baja salud mental puede tener muchas caras.
Cuando pensamos en baja salud mental, solemos imaginar a una persona que está triste, angustiada o descontrolada. Sin embargo, las señales a veces son más sutiles. Aspectos como el entorno que nos rodea, las relaciones que mantenemos o las sensaciones corporales, pueden ser una señal de que algo no va bien. Y es que la salud es un concepto global que impregna todos los ámbitos de nuestra vida. Por ello, si te sientes identificado en alguno de los anteriores enunciados, no dejes pasar la oportunidad de analizar qué está sucediendo y cómo puedes mejorar tu situación. Y, sobre todo, recuerda que hay profesionales capacitados para ayudarte en este proceso.
 
 
Fuente: https://lamenteesmaravillosa.com/

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