Historia de los Tranvías

​La primera línea de tranvías a tracción a sangre se inauguró un 25 de mayo del 1868. Unía el centro de Montevideo y el barrio de la Unión, la empresa encargada se llamaba “Tranvía a la Unión y Maroñas”. 
Hasta 13 empresas de tranvías a caballo llegaron a dar el servicio, algo que ayudó al crecimiento de la ciudad.

Tranvías locales

Existían dos líneas:
“Al prado” - Circuló entre los años 1873 y 1888 e iba desde Agraciada y Lucas Obes hasta Buschental y el arroyo Miguelete.
“De Giot” - Unía la estación Colón del Ferrocarril Central con Lezica y funcionó desde 1872 hasta  1912, posteriormente fue sustituido por el tranvía eléctrico.

Tranvías Eléctricos
La Comercial y Transatlántica


La Sociedad Comercial de Montevideo que era subsidiaria del grupo empresarial Atlas y La Transatlántica filial de la alemana A.E.G., tenían el cometido de adquirir líneas de tranvías a sangre y sustituirlos por eléctricos.
La primera línea eléctrica que unía la Aduana y Pocitos, empezó a funcionar un 8 de diciembre de 1906, este servicio lo brindaba La Sociedad Comercial de Montevideo.
Por otra parte La Trasatlántica empezó a dar el servicio de la línea que unía la Aduana y el Paso Molino, el 2 de junio de 1907.
Fue una transición que modernizó la ciudad, se pasó de viajar a trote de caballo, a velocidades entre 40km/h en las zonas urbanas y a– 60km/h en zonas suburbanas.
En 1910 se lograron electrificar las líneas de tranvías, menos el Tranvía y Ferrocarril del Norte que contaba con varias líneas por Reducto, Paso Molino y con transbordo al ferrocarril a Santiago Vázquez.
Fue en 1915 que pasó a ser propiedad del Estado, pero terminó fracasando pese a todos los intentos de electrificación en el 1925.

El tranvía de La Barra
A partir del 1924 La Transatlántica y los Ferrocarriles del Estado lograron un acuerdo para cubrir el trayecto hasta la Barra de Santa Lucía que se encontraba en un momento delicado por la pérdida de sus tráficos de carga más importantes.
La empresa aportaba los coches, vías y personal; y así fue que desde el centro de la ciudad hasta Llupes y Agraciada se construyó una conexión con la vía que había sido electrificada.
Fue un 15 de diciembre del 1926 que la línea E (fue la única que tenía letra en vez de número) queda inaugurada.  

Esta línea fue un rotundo éxito y pasó de tres trenes mixtos por día, a un tranvía cada 40 minutos. Se acondicionaron los trenes más grandes y se instalaron luces y carteles. En las zonas rurales llegaba a ir a 90km/h.
En el 1928 La sociedad comercial compró a la transatlántica fusionándose, lo que provocó cambios en las líneas como en el color de los tranvías.

La nacionalización de los tranvías
La administración municipal de transportes colectivos de Montevideo, tomó el control de los tranvías como parte del pago de la deuda contraída por Gran Bretaña con Uruguay para suprimirlos y remplazarlos por una red de subtes, trolebuses y autobuses; algo que jamás llegó a ocurrir.

La supresión
El primer abandono de las vías ocurrió en febrero de 1948 en ciudad vieja y posteriormente se suprimieron las 61 líneas de tranvía sustituyéndolas por trolebuses.
En noviembre del 1956 fueron suprimidos todos los servicios de tranvías urbanos de Montevideo sin ser cubiertos por otro medio de transporte. El único tramo que quedó fue el que unía Belvedere y La Barra de Santa Lucia.
Fue un 14 de noviembre a la 1 de la madrugada con la llegada del último servicio a Belvedere, que cesó el servicio de tranvías.

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