Sin embrago, el cuerpo es muy consciente de ello y la tensión se manifiesta en diversos problemas de salud. Según información del Huffington Post, cuando hay un estrés constante, el sistema nervioso se mantiene excitado y con pequeñas cantidades de presión te puedes sentir abrumado.

1. Busca las señales: La mejor manera de manejar el estrés es evitar que se acumule. Sin embargo, puede ser difícil identificar cuál es tu grado de tensión. Por ello, es importante que estés muy alerta a la señales de tu cuerpo: cansancio, falta de apetito, insomnio, etc.

2. Cambia tu enfoque: Cuando te sientas tenso, cambia tu atención hacia otra cosa. Busca un lugar tranquilo para sentarte y relajarte. Haz respiraciones largas y profundas. Cuando inhales cuenta hasta cuatro y exhala. La respiración ayuda a calmar el sistema nervioso.

3. Ejercicio: Es muy fácil usar el estrés como una excusa para evitar hacer ejercicio. Sin embargo, la actividad física equilibra las emociones y elimina la tensión. Además, produce endorfinas, que son las hormonas encargadas de producirte placer.

4. Momento del snak: Cuando hay episodios de estrés, muchas personas se refugian en la comida, sobre todo en alimentos dulces que sólo aumentan el nerviosismo. Los especialistas recomiendan consumir alimentos ricos en vitamina C o chocolate oscuro, ya que ambos reducen los niveles de cortisol.

5. Muévete: Si te quedas estático en las situaciones que te producen estrés, sólo te sentirás más abrumado. Lo mejor es salir y respirar un poco de aire fresco para mejorar tu perspectiva y puedas tomar mejores decisiones.

Con estos sencillos pasos crea tu rutina de relajación que te permita reducir el estrés cotidiano. Otra buena opción para lograrlo es la aromaterapia, siempre ten a la mano esencias de lavanda o cítricos, al momento de olerlas te sentirás mucho mejor.


Fuente: Salud180