Historias de Castillos - Castillo de Bran (Transilvania, Rumania)

Te proponemos un viaje en el tiempo y que te dejes llevar por la fascinación que causan los castillos

Muchos fueron fortalezas y la morada de reinas y reyes, otros fueron construidos por mero gusto personal, algunos sirvieron de inspiración a grandes artistas como Shakespeare o Bram Stoker  y todos quedaron como testigos de la arquitectura y de las corrientes artísticas de sus épocas.

A lo largo y ancho del mundo, en distintas civilizaciones,  por distintos motivos y en diferentes épocas, fueron construidos castillos y palacios.

En esta segunda  parte te llevamos hasta  Rumania, a la Edad Media, al Castillo de Bran, el castillo… del Conde Drácula.

Acompáñanos…


En el centro de los Montes Cárpatos, y como custodio de la ciudad de Bran, sobre una roca de 200 metros de altura, se levanta como un coloso el Castillo de Bran.
 
Se cree que Bram Stoker pudo haberse inspirado en escritos y dibujos de este castillo para crear la morada de quien se convertiría en el  vampiro más famoso del mundo, pero no es posible confirmarlo, ya que Sotker nunca visitó Rumania.
 
El personaje del  Conde Drácula estría inspirado en la figura de Vlad III de Valaquia, conocido como Vlad el Empalador, quien era príncipe de Valaquia. Su apodo se debe a su costumbre de empalar a sus prisioneros. Aparentemente   fue un gobernante que se caracterizó por torturar a sus enemigos y por reinar con el miedo,  de estos atributos se vailó Stoker para dar vida a su personaje más importante.
 
Sin embargo, el Castillo de Bran no fue la residencia del macabro príncipe, y sí su prisión por un par de meses. Pero ello bastó para que la historia de Vlad III, aunada a la novela de Stoker, hiciera mella en la cultura popular, y se creyera que éste había sido definitivamente, la residencia del Conde  Drácula. Ello le ha dado notoriedad, por lo que año a año recibe la visita de más de medio millón de turistas.
 
En el año 1211 el rey Andrés II de Hungría entrega tierras a los Caballeros Teutónicos, éstos levantaron una fortaleza, ya que la zona en la que se encuentra el castillo era punto en la frontera de Transilvania y Valaquia. Más tarde, en 1377, Luis I de Anjou autoriza la construcción de un castillo. Desde ese momento comienza a cumplir funciones de aduana y además de fortaleza con el fin de impedir el avance del Imperio Otomano.
 
Más tarde es adquirido por los Habsburgo, quienes renuevan la torre norte del castillo, aunque con el correr de los años descuidan su mantenimiento y las estructuras sufren daños severos.
 
A principios del Siglo XX, ya con Transilvania como parte de Rumania, el castillo pasó a manos de la Reina María de Rumania, quien quedó fascinada y lo convirtió en su residencia de verano; a ella se deben las restauraciones y la añadidura de habitaciones y torreones, además de la decoración interior.
 
A partir de 1993 el Castillo de Bran nuevamente es restaurado, ya que el poblado de Bran había sido bombardeado por las fuerzas aliadas durante la segunda guerra mundial, y se convierte en museo. La edificación actual  tiene cuatro plantas y sesenta habitaciones conectadas por pasadizos, túneles y escaleras.
 
El castillo de Bran se encuentra en el distrito de Brasov a 200 km de la ciudad de Bucarest (capital de Rumania), hoy día es un museo y lo podés visitar desde abril hasta septiembre, los lunes de 12:00 a 18:00 horas y de martes a domingo de 9:00 a 18:00 horas. Desde octubre hasta marzo, los lunes de 12:00 a 16:00 horas y de martes a domingo de 9:00 a 16:00 horas, el precio de la entrada va de los  2,40 dólares a los 11,00 dólares. También tenés la posibilidad de un tour nocturno para vos y tu pareja, familia o amigos y en la noche de Halloween podés disfrutar de una fiesta en el castillo, con película de terror incluía.
 
¡La noche de terror de tu vida!


 
Te  invitamos a recorrer algunos de sus espacios.

La torre del homenaje.

Es la  construcción más alta de la fortaleza.  Está ubicada en el lado norte y es de forma rectangular con un techo en una sola pendiente. La torre tenía una mampostería maciza en la parte inferior, que cubría la roca, y en la parte superior termina con una torre de observación, probablemente construida más recientemente. En el nivel más alto tiene una habitación. Cuenta además con seis ventanas que eran puntos de tiro. Frente al pabellón, al norte, hay un frontón con almenas "graduales" y redondeadas, debajo del cual hay dos filas de arcos ciegos. Las almenas de influencia italiana se pueden atribuir al siglo XIV, pero las dos franjas de arcos ciegos son posteriores, posiblemente del siglo XVII. Los elementos decorativos, similares a los de la torre del homenaje, (almenas y arcos ciegos) también se encuentran en el lado oeste del edificio anexo a la torre del homenaje.



La torre redonda.

La torre redonda del "molino de pólvora", es uno de  los primeros elementos arquitectónicos de la fortaleza, se encuentra en la esquina suroeste. Es posible que, originalmente, tuviera una sección cuadrada o rectangular.



Escalera de entrada

Tras las reparaciones realizadas entre 1883-1886, se restauró el techo y se cubrió con tejas. La escalera de acceso actual, atestiguada en la inscripción alemana de 1886, también data de esa época.

Patio interior

El castillo cuenta con un patio interior en el que convergen la mayoría de las habitaciones, además tiene un pozo de agua dulce con brocal. Natalia Oreiro filmó el video clip de la canción “Cómo te olivido” de su disco “Tu veneno” en este castillo y una de las escenas transcurre junto al pozo de agua.



Interiores del castillo.

Pasadizo



Salón comedor 



Sala de estar



Habitación 



El atractivo natural de los Cárpatos, la hospitalidad de los pobladores de Bran, las tiendas de suvenires, la gastronomía, las calles estrechas y la leyenda que envuelve a la ciudad son la combinación perfecta para pasar un día diferente.

Bran, un lugar en el que el misterio, el terror, el mito y la curiosidad se unen para que te lleves de Rumania, recuerdos imborrables.
 
Si estuviste allí, compartinos tus fotos y contanos tus anécdotas.
 
Nosotros, mientras  tanto, nos despedimos.

Hasta el próximo castillo…
 

 

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