¿Qué es el Power Walking?

El Power Walking es una gran alternativa para aquellas personas que recién comienzan a hacer deporte. Te contamos de qué se trata.

¿En qué consiste el Power Walking?

 El Power Walking es una actividad que consiste en caminar de forma enérgica y a un ritmo muy vivo, de aproximadamente 7 kilómetros por hora, si puede ser siguiendo el ritmo de la música, durante un período de tiempo superior a los 45 minutos.
 
Los beneficios del Power Walking
 
El Power Walking es una actividad de bajo impacto adecuada para todo tipo de personas, de cualquier edad y de toda condición física. Si somos principiantes podemos comenzar caminando menos tiempo e ir aumentando nuestra caminata. 
También es una actividad muy adecuada para que la realicen los deportistas en sus días de descanso activo: si eres de los que no puede pasar ni un día sin ejercitarse, el Power Walking es una buena manera de reducir la intensidad y propiciar la recuperación activa. 
 
- Elimina grasas: El Power Walking puede mantener la frecuencia cardíaca al 70 por ciento de su máximo, lo que ayudaría a quemar grasas y tener una silueta de envidia.
 
- Aumenta la oxigenación: Mejora el sistema respiratorio y el sistema cardiovascular.
 
- Fortalece el corazón: Regula la presión arterial, por lo que reduce el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
 
- No genera impacto: Como no es una actividad dura, las articulaciones sufren poco, dado que siempre hay un pie que está en contacto con el suelo.
 
- Facilita la tonificación: Fortalece el tren inferior, en especial, los glúteos, los cuádriceps, los gemelos y, también, el abdomen.
 
- Favorece el bienestar emocional: El Power Walking libera diversas hormonas que repercuten de manera positiva en nuestro estado de ánimo. Una es la dopamina y otra la serotonina, quienes se encargan de conseguir la sensación de adicción al deporte, disminuir el estrés, regular la motivación, mejorar nuestro estado anímico y superar el insomnio.
 

Algunos consejos para comenzar en el Power Walking

 
Lo más importante a la hora de practicar Power Walking es que seamos conscientes de nuestra postura corporal, y esto podemos hacerlo recordando tres reglas muy simples:

 
- Hombros atrás y abajo
- Cabeza al frente
- Pecho erguido
 
De esta manera nos aseguraremos de llevar una buena postura que minimizará el dolor de espalda que sufren muchos corredores. No debemos olvidar tampoco coordinar el movimiento de nuestras piernas con el de nuestros brazos, que nos ayudarán a impulsarnos en los momentos de mayor velocidad de la caminata. 
Si queremos aumentar la intensidad del ejercicio podemos elegir un recorrido con cuestas, o ir aumentando la velocidad de la caminata de forma progresiva. De esta manera podemos pasar de un entrenamiento suave a otro un poco más intenso, y podemos ir mejorando nuestra condición física. 
 
 
Esta es una buena opción para comenzar ¡a moverse!

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