Cómo obtuvo su curioso nombre la Vía Láctea

El cielo nocturno ha fascinado desde tiempos inmemoriales a la humanidad. Ha sido fuente de inspiración de científicos, filósofos y artistas. Observar el cielo por la noche y adentrarnos en sus misterios, nos permite reflexionar sobre nuestro pequeño lugar en el mundo. El planeta Tierra está ubicado en una inmensa galaxia a la que llamamos “La Vía Láctea” ¿Alguna vez te preguntaste cuándo y dónde surge su nombre? Descúbrelo en este interesante artículo.

Si mirás hacia arriba en una noche despejada desde las regiones más oscuras de la Tierra, probablemente verás una amplia franja de estrellas, envuelta en nubes de polvo y gas, formando un arco en el cielo.

Lo que estás viendo es una parte de la Vía Láctea, nuestra galaxia natal, que mide 100.000 años luz de diámetro, (un año luz es la distancia que recorre la luz en un año: casi 9,5 billones de kilómetros). Su núcleo alberga un agujero negro supermasivo, un campo gravitatorio gigante tan fuerte, que nada, ni siquiera la luz, puede escapar; y sus múltiples "brazos" que giran en espiral desde el centro, sostienen cientos de miles de millones de estrellas, una de las cuales es nuestro Sol.
 
Se estima que la Vía Láctea tiene 13.200 millones de años y es una de las miles de millones de galaxias del universo conocido. Otras galaxias pueden ser más antiguas y más grandes, pero como dirección cósmica de la Tierra, la Vía Láctea ha fascinado a los humanos durante mucho tiempo. Fue reconocida por los astrónomos hace miles de años, y las civilizaciones antiguas la incluyeron en sus mitologías. Pero, ¿cómo y cuándo obtuvo esta galaxia su nombre inusual?



Las primeras menciones de la Vía Láctea se remontan a los antiguos griegos (800 a. C. a 500 a. C.) (…) De hecho, la Vía Láctea proporcionó a los astrónomos la raíz griega del término astronómico galaxia. “Galactos” literalmente significa “la cosa lechosa en el cielo”.
(…)
El mito griego sobre la formación de la Vía Láctea, fue inmortalizado por el artista renacentista Jacopo Tintoretto en la pintura “El origen de la Vía Láctea”, alrededor de 1575. Tintoretto probablemente basó su obra de arte en una versión de la historia que apareció en el texto folclórico del siglo X “Geoponica”, según la Galería Nacional donde se exhibe la pintura. La leyenda describía al dios Zeus trayendo a un Hércules bebé al pecho de su esposa dormida Hera, para que el bebé pudiera mamar en secreto. Cuando Hera se despertó y se alejó, la leche de su pecho se roció en el firmamento y creó la Vía Láctea. (…)
 
La vista de la Vía Láctea, (…) sigue siendo impresionante y puede ayudar a las personas a comprender y apreciar nuestro lugar en el universo, a recuperar un poco de la maravilla experimentada por los primeros astrónomos que miraron hacia el cielo hace miles de años.
 
 
Tomado de: www.livescience.com

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